Matías Palominos “El arte fue mi ancla”
Hijo de un escultor y criado en un entorno de resistencia política, el artista ha hecho de la pintura su forma de vida y su herramienta de transformación social.
Este verano su nombre sonó en todo Chile. El muralista serenense Matías Palominos, Diseñador Gráfico de profesión, fue uno de los artistas tras el impactante cuerpo pintado de la cantante Flor de Rap en la Gala del Festival de Viña 2025. Pero su historia viene de mucho antes: desde las calles de Las Compañías, el hijo del escultor Daniel Palominos ha levantado una trayectoria marcada por la identidad territorial, el arte como resistencia y el compromiso social.
“Desde niño me refugié en el dibujo. Fue mi cable a tierra en todas las etapas de mi vida.”
Un arte forjado en la población y la historia familiar
Nacido en La Serena y criado en Las Compañías, Matías creció rodeado de arte y lucha. Su padre, además de escultor, fue preso político. Ese entorno, marcado por la memoria y la resiliencia, fue el caldo de cultivo de una sensibilidad que Matías canalizó en el dibujo, la pintura y, finalmente, el grafiti. “Todo ese contexto me formó: la población, mi papá, el dibujo… ahí encontré mi camino.”
Desde la aerografía hasta el muralismo, pasando por el grafiti, su recorrido fue autodidacta y visceral. No estudió arte formalmente, pero su trabajo habla por sí solo: desde los muros de su barrio hasta colaboraciones con artistas nacionales.
El mural de la memoria: controversias y estigmas
En 2024, una obra mural colectiva realizada en un muro del Cementerio de La Serena, en conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, se vio envuelta en una polémica, luego de que algunos sectores acusaran a sus autores de incitar a la violencia. Matías Palominos, uno de los participantes en la intervención artística, relató cómo vivió esta situación y defendió el verdadero propósito del proyecto: la memoria y el arte.
“Lo que estábamos haciendo era una conmemoración. Mostrar un hecho histórico a través del arte, que creo es la forma más sana de hacerlo.”
Según explicó Matías, su aporte al mural fue la representación del estallido social. La obra fue desarrollada durante un mes con la participación de varios artistas, entre ellas su padre.
Sin embargo, la obra fue objeto de controversia y ataques mediáticos.
Uno de los momentos más complejos fue cuando su padre fue increpado en un programa regional. Matías intentó dar su versión, pero no fue escuchado. “Usaron mi nombre sin invitarme a hablar. Yo no tengo nada que ver con ese tipo de show”, comenta.
Viña 2025: del muro al glamour
A fines de 2024, recibió una llamada inesperada: Flor de Rap lo invitó a ser parte de su paso por la Gala de Viña. Matías se encargó del diseño y la pintura corporal que lució la artista en la alfombra roja. “Fue surreal. Terminé de pintarla en dos horas y media. Estaba hiperfocalizado, era mi momento.”
Su nombre fue mencionado a nivel nacional. La presentadora lo describió como “muralista y grafitero”, un reconocimiento que no solo validó su oficio, sino también su apuesta por vivir 100% del arte.
Arte que enseña, arte que transforma
Matías no solo crea; también forma. Ha realizado talleres en Las Compañías, en cárceles y en residencias de protección juvenil. “Es una forma de retribuir lo que aprendí. Enamorar a los jóvenes del arte puede cambiarles la vida”, dice.
“Yo fui payaso en un circo. He hecho talleres en la cárcel. He visto cómo el arte puede ser un nuevo camino.”
Trabajó tres años en la cárcel de Huachalalume y recientemente impartió talleres en el Talay. Cree firmemente que el arte es una herramienta de reinserción y que las políticas públicas deben tomarse esto en serio.
¿Se puede vivir del arte en Chile?
Matías no duda: “Sí, se puede. Yo vivo 100% del arte. Pero no es fácil. Es sangre, sudor y lágrimas”. Advierte que no todos deben pasar por el sufrimiento para lograrlo, y que el país necesita políticas que apoyen a las nuevas generaciones de artistas.
“El arte cambia a las personas. El grafiti me enseñó a ver la ciudad de otra manera.”
Critica la criminalización del arte urbano y llama a mirar experiencias internacionales, como en Miami o barrios de Colombia y Argentina, donde el arte ha transformado comunidades.
Un mensaje a los niños y niñas
Antes de despedirse, Matías dejó un mensaje para las infancias y juventudes que pueden estar atravesando momentos difíciles:
“Soñar es gratis. Todo parte de una idea. Si se aferran a lo que aman, eso puede ser su ancla. Como lo fue el grafiti para mí.”